domingo, 25 de marzo de 2012

Escenario Clínico



Al realizar una visita comunitaria Miguel, estudiante de medicina, encontró a Doña María, madre soltera de Julia de 13 años de edad, llorando desconsoladamente. Al preguntarle que le pasaba, la madre le explico que su hija tenía cinco meses de embarazo, que había tratado de ocultar. El médico familiar le comento que esta condición ponía en riesgo la salud de Julia y la de su bebé. Miguel, sorprendido, tranquilizó a la mamá de Julia con algunos comentarios y le prometió que en la próxima visita le proporcionaría algunas recomendaciones. 

A su regreso a la visita comunitaria, Miguel reflexionó sobre lo sucedido y le surgieron algunas preguntas:


1. ¿Cuáles son los riesgos para la salud de Julia, dadas su edad y etapa de gestación en las esferas biológicas, psicológica y social?
 
Debido a que la adolescente está todavía en desarrollo y crecimiento, es importante saber que la pelvis todavía está creciendo, asimismo el canal del parto no tiene el tamaño definitivo, por lo que las madres adolescentes presentan desventajas biológicas y tienen más problemas en los partos. Se observa que el riesgo de presentar complicaciones está en relación con la edad materna, siendo mayor si la edad de la mujer embarazada es menor de 15 años (en la adolescencia temprana).
Partos conflictivos En este tipo de embarazos hay una mayor frecuencia de partos prematuros y de bajo peso en los niños al nacer. Si bien hoy día las técnicas de asistencia a niños se han desarrollado extraordinariamente, sigue siendo indudable que el bajo peso es una de las principales causas de mortalidad y de serias discapacidades en la primera infancia. Entre las adolescentes que dan a luz, la presentación del niño "de nalgas" a la hora del parto aparece en cifras elevadas. El nacimiento de esta forma, como es sabido, lleva consigo un cierto aumento del riesgo de sufrimiento por parte del niño. Al no estar en la adolescente completada la maduración del esqueleto de su pelvis son frecuentes durante el parto las situaciones en las que la cabeza del feto no es capaz de atravesar el canal óseo que le conducirá desde el útero al exterior. Así pues, con frecuencia se hace imprescindible la práctica de una cesárea, intervención que, en efecto, se efectúa más a menudo en adolescentes que en mujeres maduras.
Complicaciones Prenatales


Anemia. Hipertensión inducida por el embarazo (Preeclampsia). Enfermedades de transmisión sexual.
Complicaciones
Embarazo pretérmino. Parto prolongado. Complicaciones intraparto (Sufrimiento fetal, atonía uterina). Desproporción feto-pélvica. Mayor proporción de cesáreas (siendo inversamente proporcional a la edad materna). Recién nacido de bajo peso al nacer. Complicaciones Neonatales. Ictericia neonatal. Sepsis. Malformaciones congénitas (polidactilia, paladar hendido). Síndrome de dificultad respiratoria. 


ENTORNO PSICOLÓGICO Y SOCIAL
En las embarazadas menores de 15 años el embarazo es de alto riesgo obstétrico. Este se relaciona con la pobreza, mala alimentación y mala salud antes del embarazo, aunado a un inadecuado control prenatal, y no directamente con la edad materna.
Se trata de un proceso vitalicio que se inicia en los brazos protectores de los padres y continúa con la adquisición de matices diversos de autonomía, en un constante recorrido que demanda comprensión, orientación, apoyo, confianza y diálogo fraterno para evitar equivocaciones que pueden provocar angustias e insatisfacciones y convertirse en un problema de salud, 1 capaz de hacer peligrar la vida de la joven madre y de un nuevo ser de forma irreversible como en el embarazo precoz, cuya morbilidad se mantiene elevada en el mundo; razones que justifican habernos propuesto valorar la repercusión biológica, psicológica y social de la gestación a destiempo. 


· Aspectos psicosociales del embarazo precoz
El mayor riesgo observado en el embarazo precoz depende más de las variables socioculturales que de las fisiológicas, si bien se condicionan entre sí.


Frecuentemente es un embarazo no deseado o no planificado, con una relación débil de pareja y en muchos casos fortuita u ocasional, lo cual determina una actitud de rechazo y ocultamiento de su condición por temor a la reacción del grupo familiar, amigos y maestros; comportamiento que generalmente conduce a la detección y el control prenatal tardío o insuficiente, con sus consecuencias negativas antes y después del nacimiento.
Este embarazo se produce cuando la maduración biosocial, física y psicológica no se ha logrado aún, de manera que en muchos casos por incomprensiones, problemas socioeconómicos, carencias nutricionales y un medio familiar poco receptivo y cooperativo, incapaz de aceptarlo y protegerlo, termina en parto distócico.
La futura madre adolescente se enfrenta a las inquietudes propias de la gravidez; se preocupa por la transformación de su cuerpo en una etapa en que asume su nueva imagen corporal; teme a las molestias del parto, se angustia por la actitud del padre, en muchos casos también adolescente. A ello se suma tener que abandonar a su grupo de iguales, interrumpir los estudios y quizás no poder continuarlos; dejar de divertirse, atender a su bebé y amamantarlo cada vez que llore, entre otros aspectos, que pueden provocar estrés, fatigas, desinterés y trastornos de la personalidad.




“La madre adolescente no tiene un orden de valores que le permita priorizar problemas o soluciones, por lo cual, si logra cuidar bien a su hijo se sentirá satisfecha como madre, pero en lo más individual tendrá añoranza de hacer lo mismo que una adolescente sin hijos.” Esta falta de organización de valores es típico de la etapa, pues la adolescente se encuentra en un proceso de cambio y desarrollo, durante el cual va incorporando una nueva concepción del mundo, pero aún se guía por criterios valorativos externos y convicciones inestables, estereotipadas y variables.

Se ha comprobado que un buen tratamiento y la debida comunicación social disminuyen las consecuencias biológicas adversas para la gestación, 8 pues la magnitud del dilema puede resultar tan insoportable para la muchacha, que a veces conduce al intento de suicidio o, en el peor de los casos, a su consumación, particularmente cuando existe una reacción familiar de indiferencia, que impide analizar abiertamente el problema y genera conflictos e inseguridades en la grávida. Esta despreocupación por parte de la familia no solo afecta a los futuros padres en la esfera emocional, sino también en el contexto económico, pues el nuevo estado de la adolescente demanda una alimentación adecuada y la satisfacción de otras necesidades no gratuitas, que deben ser resueltas por los suyos, toda vez que no está vinculada laboralmente.








2. ¿Cuáles son los riesgos para la salud del bebé de Julia como adolescente embarazada?
 
Los embarazos en la adolescencia tienen riesgos adicionales de salud tanto para la madre como para el bebé. Con frecuencia, las adolescentes no reciben cuidados prenatales a tiempo y tienen mayor riesgo de hipertensión arterial y sus complicaciones durante el embarazo. Los riesgos para el bebé incluyen partos prematuros y niños con poco peso al nacer.
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/teenagepregnancy.html

3. ¿Cómo se puede apoyar Julia en su condición y dónde puede recibir ayuda? 
Cómo: Preparación para nuevas responsabilidades

Clases prenatales
Es posible que el proveedor de atención médica de su hija le recomiende tomar clases sobre embarazo, parto y crianza. Estas clases (algunas de las cuales son exclusivas para adolescentes) pueden ayudarla a prepararse para el lado práctico de la maternidad, ya que enseñan habilidades tales como alimentación, cambio de pañales, seguridad infantil y otras técnicas básicas de cuidado de bebés.
Es necesario tener en cuenta muchas cuestiones prácticas. Su hija, ¿se quedará con el bebé o lo dará en adopción? Si se queda con él, ¿lo criará ella sola? ¿Seguirá yendo a la escuela? El padre, ¿participará en la vida del bebé? ¿Quién será responsable del bebé desde el punto de vista financiero?
Las respuestas a estas preguntas a menudo dependen del apoyo que reciba su hija. Algunas adolescentes crían a sus hijos solas, otras cuentan con la participación del padre del niño y otras con el apoyo de sus familias.
Como padre, es necesario que piense en su propio nivel de participación y compromiso y que lo hable con su hija. ¿Cuánto apoyo (financiero y de otro tipo) puede ofrecer y cuánto está dispuesto a ofrecer? ¿Vivirán su hija y el bebé con usted? ¿Usted la ayudará con los gastos de alimentación, ropa, visitas al médico y otros artículos necesarios como un asiento para auto y un cochecito? ¿Puede usted ayudar con el cuidado del niño mientras su hija trabaja o va a la escuela? Un trabajador social puede ayudarlos a usted y a su hija a analizar algunas de estas cuestiones.
Si es posible, lo mejor es que las adolescentes embarazadas terminen la escuela para poder conseguir empleos mejores y crear una vida mejor para sí mismas y para sus bebés. Ésta no es una tarea sencilla: entre un 60% y un 70% de las adolescentes embarazadas abandona la escuela. Y volver una vez que se abandonó es especialmente difícil, de modo que trate de ofrecerle a su hija el apoyo que necesita para terminar la escuela: se beneficiarán tanto ella como el bebé. Consulte si hay programas escolares y comunitarios que ofrezcan servicios especiales para madres adolescentes, tales como cuidado de niños, paseos o clases particulares.
Ayude a su hija a comprender que a pesar de que tener un hijo es gratificante, no siempre es entretenido: cuidar a un bebé es una enorme responsabilidad y un compromiso para toda la vida. Prepare a su hija para la realidad de que no tendrá tanto tiempo para las cosas que solía hacer, que su vida está a punto de cambiar y que el bebé tendrá prioridad.
Como padre, usted puede tener una gran incidencia en la vida de su hija y en su bebé. Tal vez aún ahora usted desearía que ella hubiera tomado otra decisión. Pero al apoyar a su hija, asegurarse de que reciba una buena atención prenatal y escucharla cuando comparte sus miedos y ansiedades, es posible que ambos descubran que a la larga son mejores padres.

Atención médica


 
En su primera visita prenatal, es probable que a su hija adolescente le hagan un examen físico completo, que incluye análisis de sangre y de orina. Se le harán exámenes para detectar enfermedades de transmisión sexual (ETS) y para ver si estuvo expuesta a ciertas enfermedades, como sarampión, paperas y rubéola.
Su proveedor de atención médica también hablará sobre:
con qué frecuencia deben programarse las visitas prenatales
lo que su hija puede estar sintiendo tanto emocional como físicamente
qué cambios puede esperar en el cuerpo
cómo manejar algunos de los efectos secundarios incómodos del embarazo, como las náuseas y los vómitos
Saber qué esperar puede darle a su hija adolescente algo de alivio para algunos de los miedos que puede tener sobre estar embarazada. Es probable que su proveedor de atención médica le recete vitaminas prenatales diarias para asegurarse de que recibe suficiente ácido fólico, hierro y calcio. El ácido fólico es especialmente importante durante las primeras semanas del embarazo, cuando juega un papel fundamental en el desarrollo saludable del tubo neural (la estructura que se convierte en el cerebro y la médula espinal).
Dónde: La Fundación Madrina es una entidad social que dedica toda su atención y ayuda a las jóvenes futuras mamás que por circunstancias de la vida son víctimas de la marginación, de la violencia doméstica, del abuso sexual o que no tienen recursos para poder sacar su bebé adelante.

A través de voluntarias o denominadas cariñosamente madrinas, la fundación dispone de distintos programas, como el Programa madre, donde la madrina acompaña y ofrece el apoyo necesario a la futura mamá durante 18 meses. En muchos momentos es necesaria una mano amiga, un consejo adecuado o simplemente una compañía con la que desahogarse, esta es la misión de las loables voluntarias (madrinas) que colaboran en esta asociación. Desde el año 2000, la Fundación Madrina ha ayudado a muchas mamás gracias a este programa, por esta razón obtuvieron distintos premios valorando y agradeciendo su labor, pero ésta no acaba aquí.
 También proveen de material necesario para el bebé, como puede ser leche de fórmula, pañales, biberones, etc., utensilios que han sido donados por diversos hospitales, empresas, etc., a hospitales del tercer mundo que precisan de todo este material. Poseen pisos de acogida para ayudar a las jóvenes madres, costeando el alojamiento, el transporte, medicinas, etc. 


4. ¿Qué redes sociales pueden ofrecer apoyo a Julia?

Actualmente en la red existe una gran diversidad de información muy útil para cualquier tema, además de que es fácilmente accesar a ellas. Pero así mismo podemos encontrar información actualizada o de varios años atrás. Todo esto es una transformación de los procesos de enseñanza y aprendizaje de cualquier disciplina de conocimiento.
Respecto a las redes sociales que pueden ofrecer apoyo a Julia, son las distintas páginas que encontramos en la Web, donde aparecen artículos, libros en línea, estudios sobre los riesgos, la prevención y cuidados que se deben de tener en el caso de un embarazo prematuro; y así estar informada.

5. ¿Cuán frecuente es el embarazo en adolescentes en México?
 
México registra altos porcentajes de embarazos en adolescentes y, según especialistas, el problema seguirá si no se atiende la insuficiente educación sexual, la falta de disponibilidad de métodos anticonceptivos, el que haya maestros poco preparados y gobiernos locales que obstaculizan políticas públicas en la materia.
Los expertos ponen especial énfasis en la resistencia social y política para atender el problema y advierten la posibilidad de un grave retroceso al respecto.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSyN) 2006 reporta que la tasa de embarazo en niñas y adolescentes de entre 12 a 19 años fue de 79 por cada mil mujeres. En el informe se estima que 695 mil 100 adolescentes han estado embarazadas alguna vez.

Según el informe "La infancia cuenta en México 2006" de la Red por los Derechos de la Infancia en México, en el año 2000 hubo 179 mil 413 adolescentes entre 15 y 17 años de edad con al menos un hijo, y en 2005 se registraron 164 mil 108.
Con base en la estadística por entidad federativa, Quintana Roo ocupa el primer lugar con 7%, le siguen Baja California Sur, Chiapas y Chihuahua, con 6.9%.
Querétaro está en última posición con 3.9%, muy de cerca están Yucatán y el Distrito Federal, ambos con 4%. El director de la red, Gerardo Sauri, aclaró que hay un sesgo en la información porque "no estamos hablando de una edad importante, 12 y 14 años, donde sabemos que ocurren estos casos. Hay un vacío importante de datos".
Cada año la incidencia por estados varía: Chiapas tuvo un decremento de 2.2%, Zacatecas incrementó su proporción en 23% y sólo Quintana Roo ha mantenido altos porcentajes en el quinquenio.

6. ¿Qué factores incrementan la probabilidad de embarazo en adolescentes?

     
  1. Los adolescentes adquieren su madurez sexual (fertilidad) aproximadamente cuatro o cinco años antes de alcanzar su madurez emocional y son incapaces de manejar las situaciones de riesgo. 
  2. En la actualidad, los adolescentes se están desarrollando en una cultura donde sus amigos, la televisión, las películas, la música y las revistas transmiten mensajes directos o sutiles de que las relaciones sin un matrimonio de por medio (específicamente las que comprometen a los adolescentes) son comunes, aceptadas e incluso esperadas.
  3. Con frecuencia, no se ofrece educación acerca de los comportamientos sexuales responsables ni tampoco una información clara y específica con respecto a las consecuencias de las relaciones sexuales:
  4. el embarazo,
  5. las enfermedades de transmisión sexual y 
  6. los efectos psicosociales.
  7. Por lo tanto, la mayor parte de la "educación sexual" que los adolescentes reciben está llegando a través de los compañeros mal informados o desinformados.

FACTORES PREDISPONENTES
1. – Menarca Temprana: otorga madurez reproductiva cuando aún no maneja las situaciones de riesgo. 
2. – Inicio Precoz De Relaciones Sexuales: cuando aun no existe la madurez emocional necesaria para implementar una adecuada prevención. 
3. – Familia Disfuncional: uniparentales o con conductas promiscuas, que ponen de manifiesto la necesidad de protección de una familia continente, con buen diálogo padres – hijos. Su ausencia genera carencias afectivas que la joven no sabe resolver, impulsándola a relaciones sexuales que tiene mucho más de sometimiento para recibir afecto, que genuino vínculo de amor. 
4. – Mayor Tolerancia Del Medio A La Maternidad Adolescente Y / O Sola
5. – Bajo Nivel Educativo: con desinterés general. Cuando hay un proyecto de vida que prioriza alcanzar un determinado nivel educativo y posponer la maternidad para la edad adulta, es más probable que la joven, aún teniendo relaciones sexuales, adopte una prevención efectiva del embarazo. 
6. – Migraciones Recientes: con pérdida del vínculo familiar. Ocurre con el traslado de las jóvenes a las ciudades en busca de trabajo y aún con motivo de estudios superiores. 
7. – Pensamientos Mágico: propios de esta etapa de la vida, que las lleva a creer que no se embarazarán porque no lo desean. 
8. – Fantasías De Esterilidad: comienzan sus relaciones sexuales sin cuidados y, como no se embarazan por casualidad, piensan que son estériles. 
9. – Falta O Distorsión De La Información: es común que entre adolescentes circulen "mitos" como: sólo se embaraza si tiene orgasmo, o cuando se es más grande, o cuando lo hace con la menstruación, o cuando no hay penetración completa, etc. 
10. – Controversias Entre Su Sistema De Valores Y El De Sus Padres: cuando en la familia hay una severa censura hacia las relaciones sexuales entre adolescentes, muchas veces los jóvenes las tienen por rebeldía y, a la vez, como una forma de negarse a sí mismos que tiene relaciones no implementan medidas anticonceptivas. 
11. - Aumento en número de adolescentes: alcanzando el 50% de la población femenina. 
12. - Factores socioculturales: la evidencia del cambio de costumbres derivado de una nueva libertad sexual, que se da por igual en los diferentes niveles socioeconómicos.


FACTORES DETERMINANTES
1. – Relaciones Sin Anticoncepción
2. – Abuso Sexual
3. – Violación

7. ¿Cuáles son los factores protectores para prevenir el embarazo en adolescentes?  
Se pueden considerar tres tipos: 
Factores personales: Autoestima alta, buen rendimiento escolar, resiliencia, planes de estudios superiores, oportunidad de participación en actividades extracurriculares relacionadas a la prevención de embarazos,  proyecto de vida y sexualidad, toma de decisiones ,sentido de propósito y futuro. Conocer cómo funciona nuestro propio cuerpo, el estar informados es algo necesario para comenzar a tener relaciones sexuales pero no es suficiente.
Factores familiares: Buena relación familiar, ausencia de abuso sexual en el medio familiar, mayor número de horas compartidas con los padres, comunicación asertiva. 

Factores sociales: Mensajes consistentes, ambientes sociales donde no exista consumo de alcohol, tabaco o sustancias psicoactivas, refuerzo de mensajes por parte de los pares, presencia de modelos que refuercen valores.      
Programas de Educación sexual: 
Las principales fuentes de información sexual  en nuestro medio son  los pares, la familia, los medios de comunicación la escuela donde utilizando diferentes estrategias metodológicas, con una secuencia lógica, se favorezca el desarrollo cognitivo, afectivo y conductual. El personal de salud, grupos culturales, religiosos y centros de atención integral a adolescentes.
Debe estar dirigida a contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los adolescentes,  a promover su salud integral, buscando desarrollar un pensamiento crítico que permita adquirir actitudes positivas frente a la sexualidad, más que la sola  adquisición de contenidos e información, así como la promoción de la autogestión.